viernes, 16 de noviembre de 2012

Léider Preciado se corona campeón con Deportivo Quito

Por Fabián M. Rozo Castiblanco
El Espectador



La euforia, inevitable en cualquier consagración, no se evidencia en sus palabras. Puede que la haya desfogado toda el miércoles anterior en el estadio de La Cocha de Latacunga, donde el Deportivo Quito puso fin a una sequía de títulos que no incluyó años sino décadas.

Léider Preciado también había esperado mucho ese momento, el de gritar, en lugar de goles, la palabra reservada para los mejores. Y ahora que por fin el campeón se dibujó en su boca y ese sueño cumplido le adelantó la Navidad, quiere más vueltas olímpicas y “si son con Santa Fe, mejor todavía”.

¿Ya se había resignado a no celebrar un título?

No, uno siempre debe tener sueños y el mío era ser campeón. Gracias a Dios lo logré con Deportivo Quito, un equipo que creyó en mí, pero ahora vienen otros más por realizar.

¿Cuál es la siguiente ilusión entonces?

Ser campeón con Santa Fe. Es algo que siempre he tenido en mi mente y en mi corazón y no voy a descansar hasta conseguirlo.

¿Por qué en Ecuador sí y en Colombia no?

Porque acá fue un trabajo en conjunto, mientras en Santa Fe cuando las cosas andaban bien era el equipo y a la hora de los malos resultados, me señalaban a mí o al entrenador, entonces para ser campeón se necesita de un colectivo que, la verdad, siempre faltó en Santa Fe.

¿Cuando habla de colectivo también incluye a los directivos?

Claro, y a algunos de Santa Fe, sobre todo a los que se alegraron con mi salida, les digo que el tiempo y mi Diosito me dieron la razón; yo no era la oveja negra de Santa Fe como creían, son muchas y lo peor es que varias están ahí todavía.

¿Lo del Quito se puede comparar con Santa Fe por tantos años sin dar una vuelta olímpica?

Son equipos similares, guardando las proporciones, porque la hinchada santafereña es mucho más grande, pero por ejemplo Quito fue el primer equipo de la capital en ser campeón de Ecuador, así que en ciertas cosas se parecen.

¿Se tendrá que esperar tanto?

Cuando haya sentido de pertenencia por la institución, como bien lo ha dicho ‘Pecoso’, y se cuente con gente que realmente la quiera y aprecie, ahí va a ser campeón. Uno no niega que también se juega por un sustento para darle bienestar a su familia, pero además de eso, también se debe entregar por la camiseta que quiere y cuando yo sea presidente de Santa Fe, ese será el requisito para todos los que quieran estar en el equipo.

¿Al hablar de presidencia ya cierra la opción de regresar como jugador?

No, yo quiero terminar mi carrera en Santa Fe y ser campeón con el equipo, esos son los grandes sueños que tengo y por los que sigo luchando.

¿Si lo llegasen a llamar para volver, renunciaría a la opción de jugar la Libertadores con Quito?

Nunca lo voy a pensar para volver, Santa Fe siempre será mi primera opción.

Publicado el 6 de diciembre del 2008

lunes, 24 de septiembre de 2012

Léider ganó su primer campeonato como entrenador

Al frente de un equipo juvenil de Santa Fe, el domingo 25 de septiembre Léider Preciado consiguió su primer campeonato como director técnico


domingo, 9 de septiembre de 2012

Chile 2-2 Colombia. Debut goleador de Léider con la selección

En 1998, en partido amistoso jugado en el Estadio Nacional de Santiago, Léider Preciado ingresó al segundo tiempo y anotó los dos goles de Colombia.


Preciado hizo dupla en la delantera con el Tren Valencia. Con su destacado desempeño, se ganó la convocatoria al Mundial de Francia, torneo en el que anotó el único tanto de la tricolor.

sábado, 21 de julio de 2012

Léider y Julio, campeones sin guayos

Ambos, estrellas de Santa Fe, no pudieron lograr como jugadores la añorada estrella.


Dos figuras, dos íconos de Santa Fe en sus 71 años de vida tuvieron la dicha de ver fuera de la cancha al club de sus amores salir campeón, luego de que como jugadores les resultara imposible alcanzar la séptima estrella.

Léider Preciado y Agustín Julio 'colgaron los guayos' en mayo pasado, pero siguieron de rojo y blanco. El tumaqueño como técnico de una de las categorías menores y el cartagenero en calidad de gerente deportivo.

"Este momento lo soñé como jugador, estuve cerca, pero no lo logré. Ahora, lo gocé como dirigente desde el banco, algo que también me produce orgullo", precisó Julio, mientras Léider aseguró: "Primero que todo soy un hincha del equipo y celebro el campeonato. No lo pude hacer como jugador, así es la vida, pero desde la tribuna hice fuerza". "No tengo nada de qué arrepentirme. No tengo sinsabor de no entrar a la cancha. Lo ideal era que Santa Fe ganara, el resto no importaba. Mis excompañeros pudieron lograr lo que yo no conseguí cuando jugaba y me lo gozaré", agregó Preciado, que fue subcampeón en el Apertura-2005.

Julio sí pudo gritar campeón en Colombia con el Medellín en el 2002, pero esa alegría no se compara con la que sintió este domingo. "Es como volver a vivir", apuntó.

Agustín y Léider, dos figuras de Santa Fe que en la cancha soñaron ser campeones y ahora celebraron la séptima estrella fuera de ella. El pasado 5 de mayo en El Campín, Julio y Preciado tuvieron su partido de despedida.

Este domingo, volvieron a abrazarse para celebrar la estrella que tanto buscaron y no lograron.

Lisandro Rengifo
El Tiempo

martes, 10 de julio de 2012

Quiero ver a Santa Fe campeón: Léider Preciado

El tumaqueño, quien marcó 110 goles con la camiseta cardenal, también sueña con el título.

Por Luis Guillermo Ordóñez
El Espectador


Para las nuevas generaciones de hinchas del Independiente Santa Fe, esas que no vieron en acción a Alfonso Cañón, Dragoslav Sekularac y compañía, Adolfo El Tren Valencia y Léider Calimenio Preciado son los máximos ídolos.

El primero, goleador cardenal a comienzos de los 90 con la camiseta número 14, se alejó de las canchas hace casi una década. El segundo, que anotó 110 tantos en 212 partidos con la camiseta albirroja con el 23 en la espalda, apenas en mayo pasado tuvo su partido de despedida.

Hasta hace seis meses, Léider pertenecía a la plantilla profesional, ésa que mañana jugará el primer partido de la gran final de la Liga Postobón con la ilusión de cortar la sequía de 37 años sin estrella.

¿Se arrepiente de haberse retirado?, estaría a punto de conquistar el título...

No, me siento parte de todo esto que está pasando. No siento tristeza ni nostalgia porque siempre que estuve en la cancha dejé todo de mí para conseguirlo y ahora, desde afuera, como hincha, sigo apoyando. Quiero ver a Santa Fe campeón, así sea desde afuera del campo.

¿Tienen con qué ganarle al Pasto?

Por supuesto, no es un secreto que el equipo ha hecho una gran campaña, nadie le ha regalado nada. Lo que sí tengo claro es que no podemos ser triunfalistas, adelante hay un rival con los mismos méritos y las mismas ilusiones.

¿Siente que hay confianza en el grupo de jugadores?

No, en la plantilla hay optimismo e ilusión, que es algo diferente. Por ahí siento triunfalismo en la afición, o más bien un entusiasmo desmedido. Lo entiendo, porque han pasado muchos años sin celebrar, pero la gente debe entender que no será fácil superar al Pasto, así el equipo venga muy motivado y jugando bastante bien.

¿Pesa el hecho de no salir campeones desde 1975?

Sí, un poco. Así uno no lo quiera, eso influye. Por eso creo que los muchachos deben concentrarse solamente en sacar un buen resultado en Pasto, en esos primeros 90 minutos que serán fundamentales.

¿Cómo evalúa el trabajo del técnico Wilson Gutiérrez?

Pues su evolución la están viendo todos, los resultados hablan por él. Ha hecho una campaña muy positiva y ha demostrado que hay que creer en la gente de la casa, la que tiene sentido de pertenencia con la institución. Cuando se quiere al club se trabaja mejor.

¿Ha ido a ver al equipo?

Claro, he estado en todos los partidos y siento una gran empatía entre el equipo y la afición. Este plantel invita a soñar con la estrella y yo me entusiasmo porque quiero ver a Santa Fe campeón.

¿Qué opinión le merece el Pasto?

Ha hecho un gran torneo, por algo llegó a la final. Pero lleva poco más de diez años en la A y ya quedó campeón, así que el turno es para nosotros, que hemos sufrido tanto. Es un rival que hay que respetar y que dará la pelea.

¿No le dan ganas de volver a jugar, de meterse a la cancha?

Ahora siento el fútbol de manera diferente, pero con el mismo amor y entusiasmo de antes. Me hubiera gustado vivir lo de estos días, estar con mis compañeros, pero me toca conformarme con alentarlos desde la tribuna.

domingo, 6 de mayo de 2012

Ómar Pérez le dedica un gol a Léider


Ómar Sebastian Pérez, el nuevo ídolo cardenal, le dedica su gol a la principal figura santafereña de la última década: Léider Calimenio Preciado. (Del partido Santa Fe 5 - 0 Cartagena).

sábado, 5 de mayo de 2012

Se despide de las canchas

Por Carlos Rodriguez "El Diablo"

Léider Calimenio Preciado
“Tun-tun” goleador potente,
Se despide de las canchas
Dejando huella evidente.

Tumaqueño como El Tente
El Duende, El Diablo, El Ribiel,
Salió para demostrar
De que el gol era lo de él.
Con el más grande nivel
Hasta Bogotá llegó,
Su gran olfato quedó
Ampliamente demostrado.
El cuco de los arqueros:
Léider Calimenio Preciado.

Muchas veces criticado
Dizque por su sobrepeso,
Pero metiéndoles goles
Ahí los dejaba tiesos.
Precisamente por eso
Lo llamó la selección,
Y en el mundial al pasón
De Francia fue contundente.
Ante Túnez fue y bailó:
“Tun-tun” goleador potente.

Goleando dijo: ¡presente!
Siempre mostrando con qué,
En Caldas, America, Quindio,
Bucaramanga, Cali y Santa Fe.
En Racing de Santander
Y en el Toledo de España,
En Quito donde se baña
De titulo y de cumbancha.
Su gol que estuvo en Arabia
Se despide de las canchas.

Hoy Bogotá en avalancha
En el estadio El Campín,
De una manera emotiva
Lo despide en gran festín.
“Tun-tún” dos veces botín
Del torneo colombiano,
Más de cien goles no en vano
Confirman rotundamente:
Se va como goleador
Dejando huella evidente.


Tomado de eldecimarron.blogspot.com

Preciado y Julio recibieron el adiós de la hinchada de Santa Fe

'Los amigos de Léider' vencieron 3-2 a los del arquero, que anotó dos goles.


Los dos últimos ídolos de Santa Fe en la década anterior volvieron a sentir el amor de una afición que los ama, los respeta y los admira. Quizás por ello hasta las nubes aportaron lo suyo, se portaron bien en esta época de invierno y presenciaron un juego que resultó divertido y que entretuvo a la hinchada bogotana.

Más allá de los cinco goles convertidos en dos tiempos de 30 minutos, Léider Preciado y Agustín Julio volvieron a sentir ese afecto de los aficionados. Como cuando Preciado, al minuto 18 de la segunda etapa, marcó su gol y corrió 70 metros para ir a bailar, con su paso 'Tun-tun', al frente del grueso de la hinchada santafereña que festejó como en las mejores épocas de Calimenio.

Lo mismo sucedió con Agustín Julio, quien no solo marcó un gol sino que marcó dos. Uno en balón en movimiento y otro de penalti. Así, en la despedida, el exarquero cartagenero de 38 años se sacó el gusto de hacer un gol, algo que no obtuvo en toda su carrera.

Agustín Julio y Léider Preciado volvieron a ser protagonistas como cuando luchaban en la cancha con la camiseta roja. Los dos, como cuando comenzaron por el camino del fútbol en 'El Cóndor' volvieron a juntarse. En esta ocasión para despedirse, para darse el gusto de volver a jugar en el estadio que los consagró y ante el público que muchas veces los ovacionó. Léider y Julio, ídolos para siempre de Santa Fe.

Ficha técnica:

Amigos de Agustín Julio: Agustín Julio; Eduardo Orozco, Alexander Mendoza, Iván López y Juan Carlos España; Robert Villamizar, Leyton Guzmán, Roberto Vidales, David 'Cachaza' Hernández; Adolfo Valencia y Francisco Whittingham. DT: Heriberto Niño.

Suplentes: Wilson Cano, Wilson Gutiérrez, Víctor Rozo, Fabián Carabalí, Edgar Cortés, Paolo Rodríguez, César Pastrana y Roberto Marín.

Amigos de Léider Preciado: Armando Navarrete; Orlando Garcés, Adelmo Vallecilla, Luis 'Moro' Murillo, Gustavo del Toro, Harold Lozano, Eduardo Méndez, Carlos Rendón; Arturo Arizala, Jorge Díaz y Léider Preciado. DT: Eduardo Cañón.

Suplentes: Mauricio Rodríguez, Gustavo Díaz, Diego Córdoba, Eduardo Colmenares, Tommy Mosquera, Juan Carlos Quintero y 'Cheo' Romero.

Goles: Rendón, 'Babilla' Díaz y Léider Preciado para el equipo 'Amigos de Léider Preciado'; Agustín Julio marcó los dos goles para su equipo.

Leonardo Duque
Futbolred

viernes, 4 de mayo de 2012

Léider Preciado y Agustín Julio se despedirán del fútbol este sábado

En un acto simbólico, el argentino Martín Aguirre, que usa la camiseta 23 de Santa Fe, se la entregará a Léider y el número será retirado como homenaje al goleador.

Por Juan Diego Ramírez
El Espectador


Léider Preciado, el tumaqueño, debía echarse agua. Y Agustín Julio, el cartagenero, un aceite de almendras barato. Hace 22 años, cuando llegaron por primera vez a Bogotá, el frío les resecaba la piel. El primero permanecía sin buzo y el segundo andaba con unas chancletas (“de esas de costeño corroncho”, dice Julio) que arrastraba por el barrio Villa Granada.

En ese barrio eran vecinos (los separaban dos casas). “Comíamos juntos. Algunas veces en mi hogar porque yo le decía que la nevera de él parecía una pileta: pura agua y luz. Nunca tenía nada. Nos tocó pasar momentos duros y por eso valoramos lo que hemos hecho”, explica Julio, de 37 años.

Los dos tienen una historia similar en el deporte: se formaron en el Cóndor de la Primera B, cuando antes pertenecía a Santa Fe, y ambos se iban en buseta hasta el barrio Florida a los entrenamientos. A veces a pie.

En el club albirrojo debutaron como profesionales y allí dejaron su huella: Léider se convirtió en el segundo goleador histórico del club y Julio se volvió un baluarte del arco en los últimos tiempos. Además, los dos integraron la selección de Colombia en diferentes etapas. “Cuando Léider volvió del Mundial de Francia (1998), donde había anotado el gol contra Túnez, nosotros lo recibimos en su casa con el salsero Tito Rojas. Él sólo lloraba. Bueno, siempre lo hace”, recuerda Julio.

Además, en diciembre pasado decidieron retirarse del fútbol y el club les dio la opción de continuar vinculados. Léider como entrenador de divisiones menores y Julio como gerente deportivo. El sábado a las 4:00 p.m., en El Campín, ambos consumarán ese adiós en un partido de despedida que será preliminar del juego por la fecha 15 de la Liga entre Santa Fe y Cartagena.

Si comparten los mismos amigos en el fútbol, ¿cómo se van a conformar los equipos?

Agustín Julio: Ahí está el problema, tocará cara y sello. Muchos dijeron que querían jugar con los dos y es complicado. Creo que va a tocar cambiar al segundo tiempo.

Léider Preciado: En la cancha hacemos: escoge tú, escojo yo. No, mentiras, lo importante es que sea un compromiso entre amigos.

¿No creen que les quedaba un tiempo más como futbolistas?

A.J.: Es bueno retirarse por la puerta grande. Es mejor dejar el fútbol y no que el fútbol lo deje a uno. A pesar de que tenía ofertas para seguir tapando en otros clubes, pensé que podía ser importante en otra fase a nivel administrativo. Santa Fe es un ejemplo para los clubes que desechan a las personas.

L.P.: Sí, pero al menos yo ya estaba aburrido, del ambiente del fútbol sobre todo. Y acá nos están haciendo cumplir un sueño. El mío: dirigir niños. En Santa Fe empezamos, crecimos, terminamos, y nos vincula luego del retiro haciendo algo que nos gusta. Aparte estoy estudiando, aprendiendo mucho.

¿Cuál fue la clave del éxito en sus carreras?

A.J.: Uno debe disfrutar la profesión, pero ser responsable. Con la selección o con Santa Fe, me lo gozaba como si fuera el último partido. A los que empiezan les digo que se cuiden, que esta carrera es corta, y que el fútbol y Dios cobran todo en la vida. Así vas a durar mucho en el fútbol.

L.P.: Creer en lo que se tiene. En uno mismo. Eso es fundamental. Cuando yo vine a Bogotá, tenía la mentalidad de ser profesional, confiaba en mis capacidades y por eso me propuse ser disciplinado.

¿En qué se ven en unos años?

A.J.: Léider me decía que fuera DT, que él sería mi asistente; sería buena llave. Pero yo quiero ir más allá, proponerme grandes retos. Cuando el señor César Pastrana sea presidente de la Federación voy a empezar siendo presidente de Santa Fe (risas). A mí me gustaría estar en la Federación. Aunque quién sabe, tal vez un día, me nazca el gusto por ser técnico.

L.P.: Lo único que sé es que administrativamente a mí no me da (risas). Yo voy paso por paso y en las divisiones menores estoy aprendiendo. Ya debuté en un partido y ganamos. Ahora me dicen dizque Guardiola. Estoy aprendiendo y algún día quiero ser técnico de Santa Fe y ser campeón, porque eso fue lo único que me faltó como jugador.

¿A Agustín también le quedó faltando la séptima estrella del albirrojo?

A.J.: Claro. Aunque quedé tranquilo por haberlo dado todo, tengo aún la espinita en el corazón. Recuerdo que en 2010, cuando nos eliminó Tolima de las semifinales, lloré mucho. Nadie antes me había visto llorar en un camerino. Pero creo que ahora vamos por buen camino al título, y espero que gerencialmente pueda aportar mucho.

¿Cómo hace Agustín para sacarle las palabras a alguien tan introvertido como Léider?

A.J.: Ese sólo es tímido con ustedes. Conmigo no se calla. Aunque está claro que yo hablo más que él. La cosa es que hemos consolidado una bonita amistad, hemos vivido casi las mismas desavenencias, como la salida sorpresiva de Santa Fe en 2001. Pero también las cosas lindas.

Léider, ¿qué es lo que más le gusta de ser amigo de Agustín?

L.P.: Que no me deja hablar nada.

¿Una anécdota que recuerde el uno del otro?

L.P.: Que pisamos por primera vez un camerino en el Cóndor, en la Primera B.

A.J.: Que cuando se iba para España, en el 98, nos lloraba a todos, nos decía que no se quería ir. Parecía un niño chiquito. “Ay, no me quiero ir, ay”. Siempre ha sido muy sensible.

jueves, 3 de mayo de 2012

Santa Fe rinde homenaje a Léider Preciado y Agustín Julio en partido de despedida

El delantero Léider Preciado y el arquero Agustín Julio se despedirán el próximo sábado en El Campín ante los seguidores y exjugadores ‘cardenales’ quienes les rendirán tributo en un partido amistoso previo al encuentro entre Santa Fe y Real Cartagena por la Liga.

A partir de las 4:00 de la tarde, Preciado y Julio compartirán con sus amigos más cercanos el partido que despedirá a dos de los jugadores mas queridos por la hinchada ‘santafereña’. Entre los invitados estan el boliviano Juan Manuel Peña, Adolfo “Tren” Valencia, Freddy Rincón, Harold Lozano, David “Cachaza” Hernández y el técnico Wilson Gutiérrez.

“Para nadie es secreto mi amor por Santa Fe. Fue el equipo que me dio la oportunidad de jugar al fútbol y me llevó a actuar en el exterior”, expresó el goleador Preciado quien decidió retirarse del futbol en el 2011 a sus 35 años de edad.

Por su parte, Agustín Julio, quien se desempeña como gerente deportivo del equipo bogotano, señaló que aunque le han propuesto jugar para otros equipos decidió quedarse con Santa Fe desarrollando su conocimiento futbolístico.

Santa Fe es tercero en la Liga 2012-I con 23 puntos y se enfrentará al Real Cartagena en la fecha 15.

Fuente: Radio Santa Fe

miércoles, 2 de mayo de 2012

Los ídolos nunca se despiden

Por William Rincón
Mi Santa Fe


Aquel jueves 3 de septiembre de 2011, esos 4 mil fieles de siempre presenciaron un hecho histórico. No lo sabían. Ese frío jueves, Santa fe caía derrotado 1-2, en El Campín, ante Once Caldas. Si se quiere una premonición de lo que se venía un mes después, pero ese hecho resultó, al final, ser una simple anécdota.

Ese día fue histórico, digo, porque los fieles de siempre pudieron ver, por última vez, a Léider Preciado y a Agustín Julio jugar un partido profesional. Lo hacían con la camiseta de ese Santa fe que tanto les dio y al que tanto le dieron, por más de una década. Y pensar, que dos días antes El Campín estuvo atestado de gente para ver un partidito de Copa Internacional.

Con Santa fe nunca se sabe cuándo será una fecha imborrable. Como aquel 16 de septiembre de 2004. Ese miércoles Léider Preciado silenció las voces de los infames, con lo que mejor sabía hacer: goles. Ese día venció el dolor, por la pérdida de un hermano, y entró en los corazones de los fieles. Hay que tener valentía, y huevos, para pararse en una cancha de fútbol con dolor en alma y besar una camiseta.

Y es que, a veces, los ídolos en el fútbol se gestan lejos de una cancha. Agustín Julio, por allá en 2004 llegaba a los entrenamientos de Santa fe con una maleta Totto, fea como pocas, pero siempre con una sonrisa grande como sus manos de arquero. Su alegría lo destacó toda su carrera. Al rojo llegó después de pagar peaje en el torneo del Olaya. Heredó el arco de Rafel Dudamel. En febrero del 1997 se apropió de la portería. Ni él sabía que el 18 de noviembre de 2009 haría tocar el cielo a miles de santafereños.

Qué noche fue esa noche. Con esas benditas manos Agustín supo tapar ese penal a Germán Centurion. Esas benditas manos separaron a los hinchas de una tristeza única e indescriptible. Minutos después, como si fuera poco, esas benditas manos supieron detener otro penal, esta vez para darle un pasaje sin escalas a la tierra de la felicidad a los 40 mil afortunados que gritaron hasta las lágrimas aquel título. Si cree, que estas palabras son exageradas, usted no estuvo en El Campín esa noche mágica.

Noches inolvidables. Fechas inolvidables. Recuerdos inolvidables. Pero sobre todo personas inolvidables. En una época donde los jugadores de fútbol son cada vez más efímeros, donde saben más de redes sociales que del juego. Donde alcanzar algo de dinero es más importante que alcanzar la gloria, personas como Léider Calimenio Preciado Guerrero y Agustín Julio Castro dejan el fútbol dejando un tesoro tan valioso como el oro: el aprecio eterno de una hinchada, que nunca los olvidará.

El sábado 5 de mayo de 2012, los hinchas y la institución le darán un homenaje a estos dos emblemas. No los despedirá. Porque, amigo, un ídolo nunca se despide. Nunca se retira. ¿O acaso, hincha de Santa fe, usted no le contará a sus nietos (si es que tiene) que el 16 de septiembre de 2004, Léider Preciado acalló a la infamia y besó un escudo? ¿No le contará, que el 19 de noviembre de 2009, Agustín Julio le permitió, por fin, conocer el significado de las palabras lágrimas de alegría?

Léider, Agustín, y perdón por llamarlos por sus nombres (y por escribir en primera persona), agradecerles por todas las alegrías es poco. Resta decirles que algún día, en una fecha muy lejana a esta, un niño con la camiseta de Santa fe hablará de ustedes, de sus hazañas y sonreirá. Porque los ídolos nunca se retiran. Porque, señores, los ídolos son eternos.

domingo, 29 de abril de 2012

Léider Preciado debutó como director técnico

El exgoleador de Independiente Santa Fe e ídolo de la hinchada cardenal tuvo su debut como técnico de la quinta división del Expreso en los torneos de la Liga de fútbol de Bogotá.



La carrera de Léider como técnico comenzó con el pie derecho y goleada (victoria 4-1).

Ahora Calimenio se prepara para su despedida oficial, el próximo 5 de mayo, previo al juego en que Santa Fe reciba al Real Cartagena en El Campín.

Con información de Misantafe.net

domingo, 1 de abril de 2012

Número Preciado

Homenaje a Léider Calimenio Preciado. El segundo goleador histórico de Santa Fe trabaja ahora con las divisiones menores en ese club.

Por Juan Diego Ramírez Carvajal
El Espectador


Tras su retiro, hay una propuesta en redes sociales para que su camiseta, la 23, sea retirada para rendirle tributo. Perfil de este tumaqueño de 35 años.


Al barrio Humberto Manzi de Tumaco —más conocido como El Voladero— no llegaba agua potable y los sábados los niños debían llenar el tanque para que sus madres lavaran la ropa sucia. Pero Léider Calimenio Preciado se escapaba por el patio de su casa, a las siete de la mañana, para jugar fútbol en la tradicional cancha San Judas, cuando entonces era de arena.

“Un día que me había ido al escondido, estaba sentado en una banca y me grita mi amigo Arturo Arizala: ¡ya viene tu mamá! Yo me escondo debajo de esa misma silla y da la casualidad que mi mami se sentó allí. Ella decía: ‘eeehh dónde se habrá metido Léider, dónde’, mientras yo estaba muerto de la risa debajo. ¡Se paró a la media hora!”. Recordar sus inicios en el fútbol es evocar las travesuras que hacía en su niñez, cuando lo sacaban a piedra de los patios vecinos al tratar de rescatar los balones que caían allí, o cuando huía de clase (en el Liceo Nacional Max Seidel) para jugar en la playa. Era muy inquieto.

“En los recreos —cuenta entre risas Arturo Arizala, su mejor amigo— nos robábamos las papas rellenas de la señora que las vendía afuera del colegio, pues nuestras familias no tenían plata y nos daba mucha hambre. Entonces uno le coqueteaba a la mujer y el otro se escondía por debajo a sacar un par de la mesa”. Se criaron juntos y se tratan como hermanos. “Tanto que yo dormía siempre en la casa de Arturo. A veces, de tanto jugar, me cogía la noche, y como mi barrio era tan peligroso, me quedaba ahí durmiendo. Duré meses en esas”, dice Calimenio, como es conocido en Tumaco.

Los dos jugaban como delanteros y ambos, a los 13 años, viajaron a Bogotá en busca de oportunidades en el fútbol. Se presentaron en Millonarios. “Aceptaron a Arturo, pero a mí no. Entonces, a través del técnico Eduardo Oliveros, me llevaron a la selección Cundinamarca, donde me pagaron todo. Tiempo después, a los 14 años, llegué a Santa Fe. Y pensar que pude jugar con Millos, pero Dios sabe cómo hace sus cosas”, dice este tumaqueño de 35 años.

Media vida viviendo en la capital, entonces ¿se considera tumaqueño o bogotano?

Mitad y mitad. Tumaco me dio crianza hasta los 13 años, y el resto fue acá. Pero el acento no se me ha pegado, tampoco el gusto por el ajiaco ni por la changua; eso es como raro. Sin embargo, tengo sentido de pertenencia por Bogotá. Cuando hablan mal de los rolos, lo hacen de mí también. Me siento como uno.

‘Quedé en el corazón de ellos’

Hace 16 años que debutó con la camiseta de Santa Fe, en un empate 1-1 con Tuluá, cuando dirigía Pablo Centrone. Con esa camiseta marcó 113 goles y se convirtió en el segundo goleador histórico del equipo, detrás de Luis Alfonso Cañón (145). Además, este delantero, que pasó por cinco clubes de Colombia y tres del exterior, es el máximo artillero de los clásicos bogotanos, con 15 goles.

Desde que se retiró en diciembre, nació un movimiento en redes sociales para pedir que el número 23 de Santa Fe, que actualmente luce en medio de chiflidos el defensa argentino Martín Aguirre, sea retirado. Así como lo hizo el Milan con el 3 de Paolo Maldini, el Nápoles con el 10 de Diego Maradona y el Vasco da Gama con el 11 de Romario. De hecho, el hashtag #RetirenLa23 que identifica la campaña de la hinchada ha sido tendencia en Twitter.

¿Qué piensa de todo eso?

Mire nada más. Eso quiere decir que hice las cosas bien. No fui campeón y se acuerdan de mí. Lo que están pidiendo es muy grande. Esta institución es mucho para mí. Por eso quiero escalar hasta llegar al equipo profesional.

¿Le faltó superar a Luis Alfonso Cañón?

No era mi meta. Sí lo era quedar en el corazón de todos los hinchas. Y creo que lo logré.

¿Qué fue lo más bonito que vivió en Santa Fe?

Haber debutado y retirarme acá. Y pensar que mi último gol lo festejé mientras lloraba, como despidiéndome. Fue muy especial ese tanto contra Equidad el semestre pasado. Tal vez Dios ya sabía cómo estaba haciendo sus cosas.

¿Y lo más triste?

No haber sido campeón. De lograrlo, aún lo estaría festejando, me sentiría totalmente realizado. Cuando gané mi único título en mi carrera, con Deportivo Quito (2008), pensaba en cómo sería obtenerlo con Santa Fe. Ojalá llegue pronto la séptima, nos enloqueceríamos todos. Lo festejaría como un jugador más.

Tal vez llegue esa séptima estrella cuando usted sea DT...

No, no. Cuando sea técnico voy a ganar la décima. Espero que la siguiente sea pronto.

¿La ocasión en la que más lloró?

El día de la final contra Nacional (2005). No contaba con perder ese título porque teníamos muy buen equipo.

¿Extraña el fútbol?

No, yo ya estaba aburrido. No quería jugar más, estaba cansado de algunas personas. Estoy haciendo lo que quería hacer cuando me retirara: trabajar con niños.

¿Cansado de qué?

Más que todo de tanta crítica; que me molestaran con el peso, que me dijeran que estaba gordo. Quería estar con mi familia y mis hijas (de 11 y 8 años) que están creciendo. Ahora puedo ir a cine con ellas, ponerles cuidado. Con el fútbol, con tantos viajes, no lo podía hacer.

¿Por el tema del peso fue que les mostró la barriga a los hinchas de Nacional, cuando jugaba con Quindío y les anotó en unos cuadrangulares (2010)?

Claro. Les quería decir con eso que con barriguita y todo seguía marcando. Y sé que podía continuar muchos años más haciéndolo. Pero me retiré porque ya no quería más.

¿Va a ser totalmente feliz sin el fútbol?

Por supuesto. A veces uno cree que el dinero es todo en la vida, pero no. Hay gente que es rica, pero no es feliz. Yo sí lo soy y eso que ahora gano menos en las divisiones menores.

¿Cuánto menos?

No lo diré, pero soy más feliz. El fútbol me dio un hogar, hijas y un nivel económico muy bueno. Pero quería más calidad de vida.

¿No hace falta usted en el actual equipo de Santa Fe?

Ya empezamos a despegar. Le hicimos cuatro a Millos. Hay delanteros, hay plantel. Jonathan Copete ya se está cogiendo confianza. Les tengo fe.

Nueva etapa de formador

“Si no estuviera en las divisiones menores de Santa Fe, sí estaría muy triste”, dice, mientras coordina un grupo de jóvenes. Los entrena tres veces por semana en las tardes. Es extraño no verlo de cortos y pateando al arco. Lo es mucho más ver que da órdenes a todo pulmón:

“Usted está muy débil, tiene que empezar a comer más la sopita”.

“Tenés que salirte del libreto, papá. Vos sabés hacerlo”.

“Hay que triangular, mijo (…) se perdió el triángulo, ¿no? (…) Pues no será el de las Bermudas”.

“Jonathan, andás de una displicencia hoy... Cuando vos querés, podés. ¡Vamos!”.
Hace una semana ingresó al Sena para estudiar tecnología en dirección técnica. Para prepararse un poco más y responder con altura en unos años cuando sea el técnico del equipo profesional. Pero no se cambia por nadie en su nueva faceta. Es que, en parte, él sigue siendo un niño también, de esos traviesos que buscan un cómplice con una sonrisa tras hacer una broma. “Sigo siéndolo, claro. Tal vez porque soy tímido y me divierto con poco. Lo hago, por ejemplo, cuando escucho que me imitan en la Luciérnaga. Lo hacen bien, ¿no?”, dice.

Recordar el camino

“Tuve el privilegio de dirigirlo en Santa Fe, Cali y Quindío —cuenta Fernando El Pecoso Castro—. Es un excelente goleador. Sólo le faltó meter más de cabeza pero era muy efectivo. Y pensar que cuando lo pedí para el Cali me preguntó un dirigente: ‘¿Y ése si hace goles?’. A ver si con los 39 que metió le quedó claro. Lo que más recuerdo de él es que le entraban esas rachas sin marcar, se ponía a llorar con esa ternura que lo caracteriza. Le daba tan duro a veces que blanqueaba esos ojos y parecía como si se fuera a desmayar. Era enfermo por el gol”. Sí lo era. En cada recuerdo de su vida deportiva, Léider lo justifica.

¿Cuál es el mejor técnico que tuvo?

El Pecoso Castro. Es trabajador, correcto, transparente, habla con la verdad. Con él aprendí a no desesperarme cuando no anotaba.

¿Un amigo que le dejó el fútbol?

Jorge La Babilla Díaz. Nos entendíamos muy bien en la cancha y afuera también. Nos gustaba mucho el gol.

¿Los mejores asistidores?

Giovanni Hernández, Édison El Guigo Mafla, Aldo Leao Ramírez. Juegan mucho. Y aunque estuve poco con él, Néider Morantes, también. Con él jugué en el Caldas, donde sólo actué seis meses.

¿Qué siente cuando ve la repetición del gol contra Túnez, en el Mundial de Francia-98?

A veces lo veo por internet. Y me da mucha alegría todavía, porque eso fue muy importante para mi tierrita y para todo el país. Lo veo con mis hijas y ellas se emocionan porque yo estaba con cara de niño en esa época.

¿Aún recuerda cuando fue a bailar el tun-tun en la esquina del Stade de la Mosson en Montpellier?

No me acuerdo de nada. Sé que hice el gol, salí corriendo, abrí los brazos y hasta ahí. Luego me contaron que bailé y que fueron a festejar conmigo. Después en el hotel todos me felicitaron. A El Patrón Bermúdez y a La Pelusa Pérez, compañeros de habitación, les dije que iba a marcar otro contra Inglaterra. No se dio, pero todo fue muy lindo.

¿Pidió camisetas en esa copa del mundo para coleccionar?

La de Rumania, la de Inglaterra y la 6 de Túnez. Y la 21 de Colombia, claro. Yo guardo todas las camisetas en mi casa. ¡Uf! Tengo muchas.

¿Cuál es el arquero al que más le gustaba marcarle?

Al que estuviera tapando para Millonarios. Le marqué varios a Héctor Burguez.

El tipo que bailó el tun-tun por más de dos décadas al son de sus goles, se sube en su Ford Fiesta blanco y se va. Dice que va a cenar con su esposa y sus hijas. Tal vez sirvan ajiaco. No importa. El hecho es que ahora está dichoso por compartir más con ellas. “Yo no quería tanto estatus, yo quería más felicidad”.

viernes, 30 de marzo de 2012

Goles en una gramilla arruinada

Léider Preciado fue uno de los anotadores del juego entre Santa Fe y Guadalajara por los octavos de final de la Copa Libertadores 2006. El encuentro debió disputarse en una cancha arruinada por el invierno y el desgaste que generaron conciertos, partidos y reformas.



La enfangada cancha no fue obstáculo para que Léider confeccionara una gran jugada que culminó en gol, a pase de Mario Gómez. También anotaron por el rojo Largacha y Montoya.

El equipo bogotano se volcó al ataque para intentar imponerse en la serie. El técnico Ricardo Gareca terminó alineando a cuatro delanteros: Léider Preciado, José Largacha, Mario Gómez y Daniel Hidalgo. A la postre, los cardenales ganaron 3-1, pero quedaron fuera del evento continental, pues en la ida habían caído 3-0.

miércoles, 21 de marzo de 2012

El primer gol de Léider en el clásico bogotano

Fue en 1998, en la primera fecha del torneo. Wilson Cano, refuerzo para la delantera de Santa Fe, se había lesionado. Por eso, el técnico cardenal, el yugoslavo "Zeca", promovió a Léider a la titular.

El 70 por ciento del estadio estaba copado por los hinchas azules. Era el debut de Maturana en el banco millonario y las expectativas de triunfo estaban de su lado. Pero ese día la soberbia azul fue castigada: el rojo fue el que ganó. Santa Fe, que perdía 1-0, con garra remontó y ganó.


El del empate parcial fue el primer gol de Léider a Millos. Después fueron quince las veces que "Tun Tun" venció la valla del equipo embajador, aquel que lo dejó partir por flaco, malo y caro.

Léider y La Guardia en 1998. El inicio del romance.

A continuación la crónica del partido publicada por El Tiempo:

Santa Fe ganó un poco

Por Gabriel Meluk
2 de febrero de 1998


¿Ustedes se acuerdan de la fábula famosa de la tortuga y la liebre? Ayer en El Campín la historia de la liebre pedante, autosuficiente y sobradora y de la humilde tortuga consciente de sus limitaciones se repitió. Millonarios, el supermillonarios de Francisco Maturana, empezó ganando, pero el Santa Fe, el discreto Santa Fe de Slodovan Zecevich (¿quién?), le dio una espectacular voltereta al marcador y se adueñó de la primera victoria del año 2-1.

¡Increíble! Santa Fe, que durante 73 minutos demostró que no tenía cómo hacer un gol, ganó. Y Millonarios, que siendo un poquitico más que el rival en ese lapso, un poquito nada más, perdió porque pecó por soberbia.

De partido de verdad solo hubo 20 minutos. Los últimos. El resto fue un concierto soso de malos pases y errores de ambos lados.

Por eso, el juego con pasión de clásico, emoción de fútbol, goles, gritos y lamentos, comenzó cuando el cronómetro mostró el 28 del segundo tiempo. Todo se inició en un tiro libre cargado a la derecha del ataque santafereño. Iván López, un sardino que está pidiendo pista desde hace rato, casi no levanta la pelota, que buscó las 18.

Alvaro Aponte, el central azul, quiso despejar, pero dejó la pelota viva en el área. Su compañero Héctor Mario Botero, el paisa de discreto estreno, intentó un nuevo rechazo, pero dejó la pelota al borde de las 18. Ahí estaba otro pelado de esos de poco nombre en Santa Fe, John Bayron Marulanda, que pegó el balón a su bota izquierda, levantó la cabeza y filtró un pase al otro lado, por donde corría Carlos El Pipe Uribe como una balita.

Uribe quedó solo. La defensa se jugó un pasó adelante y dejó al portero Héctor Burgues condenado a su adversidad. Uribe pateó. Su disparo superó con facilidad al portero, que quedó a mitad de camino, y sobre la línea de gol Léider Preciado metió la pierna y anotó el empate transitorio.

Pero lo mejor estaba por venir. Cuatro minutos más tarde, cuando Santa Fe le perdió el respeto y el temor a Millos, Orlando Garcés puso el 2-1. Tiro de esquina que levantó López. Garcés, sin ninguna marca a su lado, se elevó y metió un cabezazo seco y arriba para el 2-1. La defensa azul, con portero y todo, miró la jugada sin moverse.

Soberbia, un viejo mal

A las 3 de la tarde todo era fiesta de Millos en El Campín. De los casi 40.000 hinchas que llegaron al estadio, por lo menos 30 tenían camisetas azules. Cuando los altoparlantes dejaron escapar una voz alegre que recitaba la formación de Millos, estallaban las tribunas en aplausos y gritos de euforia. Director técnico: Francisco Maturana , dijo el locutor y la ovación fue total.

A las 3:30 con la salida del equipo al campo, ningún hincha (ni muchos periodistas) se imaginaban una derrota de Millos, el equipo que durante todo el primer tiempo fue superior, aunque no mucho, y que se puso arriba en el marcador a los 38 minutos. Laboratorio en la derecha del ataque. John Mario Ramírez pisó la bola y la corrió para que El Pony Maturana, alistara el gatillo y sacara un zurdazo que se metió por el centro del arco, con algo de complicidad del arquero Agustín Julio, que se movió hacia su izquierda.

Santa Fe no mostraba nada. En ataque era nulo y en defensa estaba asustado. Le tenía mucho temor a un equipo que tenía la obligación de imponer el ritmo y la iniciativa. Cuando iban 10 minutos del segundo tiempo nadie daba un peso por los rojos. Millos, sin ser mayor cosa, ganaba con tranquilidad el clásico.

Y vino el síndrome de la liebre. Como con Popovic, con Prince, con Otoniel, con Castelnoble y con Umaña, el equipo pensó que tenía liquidado el partido y se olvidó de jugar. No ataque, no control de balón, no concentración, no nada.

Y el humilde santafecito se levantó de a pocos, gracias a Iván López, por la derecha, al sacrificio y la entrega de la Cachaza Hernández y a la zurdita prometedora de Marulanda.

Santa Fe ganó bien y con justicia. Fue un equipo serio que, consciente de sus limitaciones, dio una voltereta inesperada al marcador. Y Millonarios perdió por esa maldita soberbia que acompaña al equipo desde hace años.

Pero, ojo: eso no significa que Santa Fe ya será campeón y que Millonarios descenderá. Por el contrario, los azules siguen siendo candidatos al título de la temporada al equipo lo armaron para eso, y Santa Fe, que tiene de hijo a su archirrival (en los últimos 9 clásicos ganó 5 y empató 3), tiene una nómina para estar en la mitad de la tabla.

Por ahora, el sol salió más temprano para Santa Fe, que ganó un poco, y el cielo de Millos amaneció nublado. ¿O no, Pacho?

lunes, 12 de marzo de 2012

Léider Preciado presente en el día de la mujer del ICBF

Léider Preciado y Agustín Julio, gerente deportivo de Santa Fe, estuvieron presentes este 8 de marzo en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para celebrar el Día Internacional de la Mujer.


Desde hace algunos años, Santa Fe tiene un convenio de cooperación institucional con el ICBF. Fotos: Independientesantafe.co


miércoles, 7 de marzo de 2012

Veintitrés razones para que retiren la 23

Por Melissa Avendaño y William Rincón
Misantafe.net

El pasado domingo, el defensor Martin Aguirre saltó a la cancha del estadio La Libertad de Pasto, luciendo la número 23 de Independiente Santa Fe y un corto circuito interceptó la señal de radio por la que muchos seguimos el juego.

La 23 del “Expreso” es casi sagrada para quienes hemos bailado el "tun tún" de Léider ‘Calimenio’ Preciado. Pedir que retiren su camiseta de la numeración permanente del equipo, es rendirle un sentido tributo al goleador de alma cardenal.

El Nápoles retiró la 10 de Maradona; el Ajax, la 14 de Cruyff; el desaparecido New York Cosmos, la 10 de Pelé; el Milán, la 3 Paolo Maldini y la 6 de Franco Baresi; y el Vasco de Gama, la 11 de Romario; por citar algunos casos.

¿Por qué el primer campeón del fútbol colombiano no puede hacer lo mismo, para honrar a la figura cardenal de la última década? He aquí 23 razones:

1. Debutó como deportista profesional en Santa Fe.

2. Optó por la 23, en honor al exbaloncestista estadounidense Michael Jordan.

3. Relevó en el ataque del onceno albirrojo al “Tren” Valencia.

4. Quién no recuerda a la tribuna cantando: “Léider Calimenio oh ooooh”.

5. Único jugador en anotar tres goles en un mismo clásico capitalino.

6. Máximo anotador de los clásicos capitalinos con 15 tantos.

7. El 22 de agosto de 2004, Léider Preciado completó 100 goles como profesional. Su rival no podía ser otro que el rival de patio.

8. Fue botín de oro con Santa Fe en 2004.

9. Máximo goleador de torneos cortos.

10. Estuvo en la plantilla que llegó a la final del Torneo Finalización en 2005, y fue goleador de ese equipo con 12 goles.

11. Dos días después del fallecimiento de su hermano, se puso la camiseta del León para enfrentar al vecino.

12. En aquel clásico imborrable, silenció el coro de los infames (que recordaban la tragedia con saña) con un gol de cabeza.

13. Marcó 113 goles luciendo la casaca cardenal.

14. Es el último jugador en marcar un gol con la selección Colombia en un Mundial.

15. Su pase al Racing de Santander le representó 250 mil dólares a Santa Fe, en 1999.

16. En la Copa Libertadores de 2006 marcó tres goles. Lo sufrieron: Defensor Sporting (Uruguay), Bolívar (Bolivia) y Chivas (México).

17. Es el segundo anotador histórico del club, después de Alfonso Cañón con 145.

18. El 19 de marzo de 2011 le dio la victoria a Santa Fe, en el último minuto, ante Equidad Seguros. Con lágrimas en sus ojos gritó su última anotación en el León, besando la camiseta.

19. Vivió cinco ciclos en Independiente Santa Fe.

20. Es difícil hablar de Léider Preciado sin hablar de Santa Fe.

21. El hashtag #retirenLa23 que identifica la campaña de la hinchada para retirar el número, ha sido tendencia en twitter.

22. Ha sido nombrado asesor de las Escuelas de Formación de Independiente Santa Fe.

23. Desde 1995, hasta 2011, por Santa Fe han pasado aproximadamente 400 jugadores, de todo tipo y color, y ninguno está medianamente cerca de alcanzar una mínima parte de los logros de Léider Preciado.

Los ídolos se cuentan con los dedos de una mano. Pocos jugadores marcan alguna huella en una institución. A fuerza de goles, alegrías y, por qué no, tristezas, aquel ‘tumaqueño’ que debutó con 17 años y se retiró a los 34, se ganó un lugar en el corazón de una hinchada.

Puede ser que para la mayoría el número 23 no signifique nada, hasta para el propio Martín Aguirre, para muchos hinchas de Santa Fe representa toda una institución.

El destino de las leyendas del fútbol ha hecho que sus números sean inolvidables, en grandes clubes.

Si están de acuerdo con estas razones, usen el hashtag en twitter #retirenLa23 para unirse a la campaña.

domingo, 4 de marzo de 2012

Léider: goleador del duelo Pasto - Santa Fe

Léider Preciado es el goleador histórico de los enfrentamientos entre Independiente Santa Fe y Deportivo Pasto, que se disputan desde 1999. Con cinco anotaciones, Calimenio es el mayor anotador del duelo.



En el 2007, Léider fue el autor del tanto del triunfo santafereño en la visita a la capital nariñense.

Son 26 partidos jugados por Santa Fe y Pasto, con 14 triunfos santafereños, 3 empates y 9 victorias pastusas. Son 31 los goles marcados por Santa Fe y 22 por el Deportivo Pasto.

A finales del 2009, ambos equipos jugaron en cinco ocasiones: cuatro por la Copa Colombia (por la final y en fases previas a ida y vuelta) y una por el torneo regular, en la penúltima fecha. Con su triunfo de visitante, Santa Fe envió a Pasto al descenso. Y días después le ganó la final de la copa en tiros desde el punto penal.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Léider entrenando monaguillos


Léider Preciado dirige el entrenamiento de la categoría '97 de la Escuela de Formación de Santa Fe (Sede ICBF).


Preciado dirige un total de 30 niños nacidos entre 1997 y 1998 que actuarán en torneos de Liga Bogotá. Fotos: @indsantafeco



sábado, 25 de febrero de 2012

Léider en el Museo Nacional

Léider Preciado fue el invitado especial en el conversatorio “Allez, Allez Colombie: las historias de Francia 1998", celebrado el 25 de febrero en el Museo Nacional.


Preciado es uno de los personajes de la exposición temporal "Un país hecho de fútbol", sobre la historia del balompié colombiano.

Léider Preciado en el Café Caracol

Léider Preciado fue el protagonista del Café Caracol del 25 de febrero. El ídolo santafereño conversó con el célebre periodista Hernán Peláez sobre su carrera deportiva.

El programa se puede escuchar en este enlace de Caracol Radio.